Prepara una pedida de mano original e inspírate en la historia de Jorge y Tamara: ¡un inolvidable ¿Te quieres casar conmigo? a bordo de un barco!
La pedida de mano sigue siendo uno de los momentos más románticos en la vida de una pareja. Si el novio es detallista y la novia adora las sorpresas, preparar una pedida de mano diferente, delicada y genial es todo un reto.
¿Quieres pedir matrimonio a la chica de tus sueños y que no pueda resistirse para decirte “Sí, quiero”? ¿Te gustaría que resulte en un momento original e inolvidable?
Como la semana pasada se celebró el Día de San Valentín, una de las fechas más especiales para los enamorados, queremos compartir la pedida de mano que Jorge preparó para su novia Tamara, a bordo de uno de los barcos de Disfruta Mediterráneo.
¡Un romance que comenzó hace seis años se selló bajo el arrullo del mar en Alicante!
Sucedió en el verano pasado y resultó una sorpresa de principio a fin.
Jorge y Tamara viven en Logroño, lejos del mar, y aunque no suelen navegar habitualmente, el mundo marítimo les atrae por su toque mágico y divertido. Cuando salen de vacaciones y van a zonas de playa, aprovechan para realizar actividades náuticas y disfrutar de la energía renovadora de la arena y el sol.
Se conocieron en Pamplona en 2009. Jorge vivía allí y buscaba a alguien con quien compartir los gastos de la vivienda. Puso varios anuncios en internet buscando compañero de piso y entre las personas que respondieron estaba Tamara. Después de un par de meses empezaron a salir y Cupido hizo el resto…
Cuando Jorge decidió pedirle matrimonio a su chica, le dio mil vueltas al asunto. Quería preparar un momento exclusivo, en un ambiente irresistible, sereno, cálido, pero sobre todo emotivo e íntimo, que quedara en la memoria de los dos.
Finalmente, aprovechó que salían de vacaciones a Calpe, alquiló un barco por una tarde y se dispuso a preparar el acontecimiento con todo detalle: música, cava, cena y por supuesto, el anillo… “Me pareció que era una manera muy romántica de declararle mi amor, sabía que le iba a gustar mucho y pidiéndoselo en un barco no le daba posibilidad de irse corriendo”, bromea.
Para Tamara fue más que una sorpresa. Ella estaba convencida de que iba a disfrutar de la puesta de sol y de una velada bonita y romántica, pero de pronto él se arrodilló y le pidió que se casaran. Entonces, presa del asombro y desconcierto dijo “gracias”. ¡”Fue lo primero que me salió, pero luego le dije que sí!” y sonríe al recordarlo. A los pocos minutos, por coincidencia, empezaron a brillar fuegos artificiales en la distancia y aunque no estaban previstos, fueron muy oportunos. “¡Quedaron de lujo para el momento!”, recuerda Jorge con emoción.
Tamara y Jorge celebran cada día el estar enamorados. Para ellos significa pasar toda la vida juntos, compartir cada momento y apoyarse y comprenderse mutuamente. “Es mirar a ese alguien y no poder evitar una sonrisilla…”, coinciden.
Para el sábado 14 de febrero, Día de San Valentín, prepararon una escapada a una casa rural en un pueblecito del norte de Navarra. Una ocasión especial para reafirmar el amor y por supuesto, para seguir preparando todos los detalles del gran día: ¡la boda será el próximo 27 de junio!
¡Enhorabuena chicos!
Redactora
Teresa De Vincenzo
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